Veracruz

Bañado por las aguas del Golfo de México y ubicado en el Este de la República Mexicana, el estado de Veracruz se mantiene vivo como símbolo de la tradición del país, destacando por la riqueza de sus tierras y por su historia. Dividido en siete regiones, es hogar de ecosistemas que invitan al disfrute, el descanso, la diversión y la aventura. En estos espacios verdes se practican actividades como el buceo, campismo, kayak, pesca, senderismo y descenso en río. A lo largo de su territorio es posible deleitarse con la tranquilidad de localidades como La Antigua y Tierra Blanca; la tradición y colorido de Tlacotalpan y Coatepec Pueblos Mágicos, Tecolutla y Papantla, el misticismo de Catemaco y la grandeza del volcán Citlaltépetl, mejor conocido como el Pico de Orizaba. En Veracruz se conjugan la música, el mar, la buena gastronomía y la arquitectura, elementos que dan origen a una nutrida cultura. Las calles, monumentos y edificaciones veracruzanas son testigos de la historia del lugar. Hay mucho que visitar en estas tierras; históricas fortalezas como San Juan de Ulúa y el baluarte de Santiago, edificios antiguos como el que alberga al Registro Civil, el Palacio de Gobierno y el Faro Venustiano Carranza, zonas arqueológicas como el Tajín y el moderno acuario del puerto. La delicia del estado se concentra en su gastronomía, elaborada a base de platillos típicos que aprovechan extraordinariamente los frutos de sus tierras y del mar. Gorditas dulces negras y blancas; picadas, huevos tirados, mondongo a la veracruzana, arroz a la tumbada, pescado en escabeche, pulpos en su tinta, tamal de masa cocida y de cazuela; ésta es sólo una muestra del amplio abanico culinario. Las tierras jarochas se coronan con fiestas como la de la Calendaria, con sus jaraneros en Tlacotalpan y su vistoso Carnaval, así como con artesanías de colores y formas extraordinarias.  

Salto de Eyipantla (Veracruz)

El salto de Eyipantla se encuentra ubicado en el Río Grande de Catemaco. De Comoapan parte el sendero que conduce hasta la cascada, a través de su estrecho paso que posteriormente se convierte en una enorme escalera de concreto que contiene 240 peldaños que fueron construidos en 1973, los cuales permiten un acceso más fácil a la cascada. Es la caída de agua más imponente y espectacular de los Tuxtlas.