Bañado por las aguas del Golfo de México y ubicado en el Este de la República Mexicana, el estado de Veracruz se mantiene vivo como símbolo de la tradición del país, destacando por la riqueza de sus tierras y por su historia.
Dividido en siete regiones, es hogar de ecosistemas que invitan al disfrute, el descanso, la diversión y la aventura. En estos espacios verdes se practican actividades como el buceo, campismo, kayak, pesca, senderismo y descenso en río.
A lo largo de su territorio es posible deleitarse con la tranquilidad de localidades como La Antigua y Tierra Blanca; la tradición y colorido de Tlacotalpan y Coatepec Pueblos Mágicos, Tecolutla y Papantla, el misticismo de Catemaco y la grandeza del volcán Citlaltépetl, mejor conocido como el Pico de Orizaba.
En Veracruz se conjugan la música, el mar, la buena gastronomía y la arquitectura, elementos que dan origen a una nutrida cultura. Las calles, monumentos y edificaciones veracruzanas son testigos de la historia del lugar.
Hay mucho que visitar en estas tierras; históricas fortalezas como San Juan de Ulúa y el baluarte de Santiago, edificios antiguos como el que alberga al Registro Civil, el Palacio de Gobierno y el Faro Venustiano Carranza, zonas arqueológicas como el Tajín y el moderno acuario del puerto.
La delicia del estado se concentra en su gastronomía, elaborada a base de platillos típicos que aprovechan extraordinariamente los frutos de sus tierras y del mar.
Gorditas dulces negras y blancas; picadas, huevos tirados, mondongo a la veracruzana, arroz a la tumbada, pescado en escabeche, pulpos en su tinta, tamal de masa cocida y de cazuela; ésta es sólo una muestra del amplio abanico culinario.
Las tierras jarochas se coronan con fiestas como la de la Calendaria, con sus jaraneros en Tlacotalpan y su vistoso Carnaval, así como con artesanías de colores y formas extraordinarias.